Hoy, 2 de julio, se cumplen 28 años de la muerte del gran Camarón de la Isla. El cantaor nos dejaba una mañana de verano en 1992, provocando todo un silencio en el país. El mundo del flamenco veía como una de las figuras y exponentes más importantes de su historia se marchaba de pronto a sus 41 años a causa de un cáncer de pulmón, dejando un vacío imposible de volver a llenar.
Pero José Monje Cruz, nombre real de Camarón, dedicó toda su vida a lo que más le gustaba en cuerpo y alma: el flamenco. Desde muy pequeñito, el barrio gitano de «Las Callejuelas» en San Fernando, Cádiz, fue testigo del arte de un niño de una familia de ocho hermanos. Su tío José le puso el apodo de «Camarón» por su aspecto físico, y fue entonces cuando la historia de una leyenda comenzó a tejerse.
A los pocos años de edad, Camarón dejó la escuela para ayudar a su padre, gran aficionado al cante flamenco, en la fragua donde trabajaba. Allí fue donde comenzó a escuchar y conocer a los grandes, como Manolo Caracol o Antonio Mairena. Cuando su padre murió, Camarón se vio obligado a cantar por las calles y tabernas para ayudar económicamente a su familia, algo que derivó en concursos y ferias. La fama comienza a llegar y todos se interesan por su cante.
Con más edad, Camarón viaja hasta Madrid y comienza a hacerse notar entre los tablaos más importantes de la capital. También comienza a grabar sus primeros discos junto a grandes como Paco de Lucía. Es entonces cuando su talento se reconoce a nivel nacional y gana cientos de concursos y premios. El éxito internacional también estaba a la vuelta de la esquina, permitiéndole cantar en festivales de jazz y flamenco de Estados Unidos, Canadá y París, entre otros países.
Fue en su mejor momento cuando, de pronto, a Camarón le fue diagnosticado un cáncer de pulmón que, finalmente, se complicó y le provocó la muerte. Todo el país se veía enmudecido ante la trágica noticia, dejando huérfana a una gran parte de la cultura flamenca y provocando el luto en varias zonas de Andalucía.
Ahora, 28 años más tarde, seguimos homenajeando a Camarón de la Isla como se merece, agradeciéndole su gran labor dentro del cante flamenco y su aportación a la música española en general, que es todo un orgullo.