Estamos viviendo una época bastante convulsa en el ámbito cultural del país, sobre todo en el musical. Como todos sabemos, el confinamiento hizo mucho daño al sector de la música en directo, por razones obvias; pero la cosa no ha mejorado del todo a día de hoy. Con la Nueva Normalidad instalada, varios negocios y locales han vuelto a reactivar su programación, pero apenas han podido despegar porque, tal y como se ha venido rumoreando toda esta última semana, Sanidad ha ordenado, entre otras medidas, el cierre del ocio nocturno en todo el país, lo que incluye a los bares «con o sin música en directo» y a los conciertos interiores. Como respuesta a esta radical decisión, varios han sido los artistas y las salas de música que se han manifestado a favor del movimiento «Cultura Segura».
Ellos recuerdan que son muchas las personas que viven de los ingresos que generan estos conciertos, ahora cancelados o, en el mejor de los casos, aplazados. Manifiestan que no ha habido negociación alguna con el sector y que se han tomado estas decisiones sin tener en cuenta a sus protagonistas. Además, muchos artistas han recordado por activa y por pasiva que los conciertos son lugares de ocio seguros donde no hay riesgo alguno.
De hecho, hemos podido comprobar de primera mano que así es. Los conciertos (ya sean al aire libre o en el interior de recintos) cumplen con toda normativa anti Covid-19, garantizando la seguridad y el bienestar de asistentes, artistas y trabajadores a través de las pre-asignación de asientos, la reducción de aforos, el control de temperatura, las distancias mínimas, el obligatorio uso de mascarillas y gel desinfectante, la prohibición de levantarse para consumir bebidas y demás consideraciones oportunas. Profesionalidad en todo momento.
Está claro que la salud es lo más importante de todo, y que debemos ser responsables y controlar al máximo todo posible rebrote que ocurra. Pero eso no significa que debamos demonizar al sector de la música en directo en este caso, ya que ha demostrado estar a la altura de la situación con creces, modificando sus formatos y adaptándose a todo lo que hiciera falta. La cultura es segura, y necesaria tanto para los que cada día trabajan en ella (artistas, mánagers, técnicos de sonido, producción, salas de conciertos, bailarines y un largo etcétera) como para los que la necesitamos para disfrutar de nuestro tiempo libre.
Y tú, ¿qué opinas?