© Fotografías por Paco Poyato y Andrés Arias
Cinco jornadas de festival dan mucho de qué hablar. Tras hablar de lo más destacado los dos primeros días, el viernes, sábado y domingo no dejaron indiferente a nadie.
Yungblud, o cómo ser el mesías de una generación
La incansable energía del de Doncaster se contagió desde el minuto uno a quienes le esperaban bajo un sol abrasador el día de apertura del festival. Ante el stage 1 del Mad Cool se mezclaban fans de Metallica (camisetas negras, bandanas y botas pesadas) con destellos rosas, llamativos maquillajes y banderas LGTBIQ+ para mostrar el contraste entre las generaciones que escuchan a ambos nombres.
Quitando del repertorio canciones “menos festivaleras” como “Polygraph Eyes” o “Mars”, parece que sin ellas el show de Yungblud se queda corto. Sonaron “The Funeral”, “I Think I’m Okay” o “Parents”, para cerrar con “LONER” y dejar a un público con ganas de más. Yungblud volverá pronto, el próximo 15 de noviembre en Madrid.

–
The Killers: clásicos haciendo clásicos
The Killers nunca defraudan. Ya clientes habituales del Mad Cool, el concierto del jueves 7 de julio fue uno dedicado a los clásicos. La triada “Spaceman” – “Somebody Told Me” y “Human” no podía faltar, y The Killers cumplieron con su palabra. Como si su banda fuera de adorno, salvo por lo excepcionalmente bien que tocaron, Brandon Flowers parecía haber vuelto a su juventud, cuando podía permitirse contonearse y hacer carreras consigo mismo a lo largo de las plataformas en grandes escenarios. Con la salvedad de que, aquel día y a sus 41 años, también lo hizo.

–
Phoebe Bridgers, la delicadeza hecha persona
La delicadeza hecha persona tiene nombre, apellidos y es rubia con gafas de sol. Como un reloj salía el viernes, 8 de julio ante el escenario 3 la estadounidense Phoebe Bridgers, la “Killer” que a más de uno arrancó alguna que otra lágrima durante su show. Mostrándose animada después de haber bajado desde Bilbao (antes tocó en el BBK Live), Phoebe Bridgers supo también sacar una sonrisa a las primeras filas aproximándose a unos cuántos afortunados. Unos que, en vez de cantar, cuando ésta les ofreció el micrófono, decidieron abogar por los derechos de las mujeres y visibilizar el aborto. Un giro de 180º a un show que no muchos pueden firmar.
“Si tenemos algún padre en el público… Esta canción es para ellos”, aseguraba Bridgers anets de arrancarse con “Kyoto” ante un aplauso colosal. Con el atardecer cerniéndose sobre la angelina y su banda, según caía el Sol también lo hacían cortes como “Funeral”, “Graceland Too” o “I Know The End”. Éstos hicieron del concierto de Bridgers una de las actuaciones más destacables de la tercera jornada del festival.

–
Matt Bellamy, a los mandos de Muse
Matt Bellamy sí sabe dar un buen espectáculo. La larga pasarela del escenario principal fue testigo de cómo el frontman devolvía a la vida al público que había esperado horas a él y a su banda. En mayúsculas y con todas las letras: MUSE. Siguiendo la estela de The Killers, el suyo también fue un concierto de clásicos. No tardaron en sonar bombazos como como “Knights Of Cydonia”, “Resistance” o un eléctrico y erizante “Plug In Baby” que puso a botar a todos los asistentes.

–
Volar de madrugada con Alt-J
El rock y la psicodelia de Alt-J cerraban el tercer día del Mad Coo. Siendo ya clientes habituales del festival (recordemos que pudimos verles en 2017 también), la banda capitaneada por Joe Newman presentaba a altas horas de la madrugada su álbum de 2022 “The Dream” ante seguidores aférrimos que se quedaron hasta el último minuto.
De él sonaron “U&ME”, “Get Better” o “Hard Drive Gold”. Tampoco se olvidaron de clásicos como “Taro” o “Tesselate”, pertenecientes aL “An Awesome Wave” de 2012.
–
Sam Fender: agua, cerveza y rock
Sam Fender fue el epicentro de los seguidores más futboleros y melómanos. Con agua salpicando desde el antiavalanchas, muy agradecida, Sam Fender se retrasaba diez minutos más de lo previsto. Algo que hizo que el calor pesara más aún sobre los presentes. El de Newcastle permaneció inmóvil durante la escasa hora que ofreció de show, pero de la energía se encargó el público, saltando, sudando, a hombros y haciendo volar sus bebidas.
El veinteañero sabe que hace buenas canciones, y los asistentes lo respaldan cantándolas de principio a fin. “Spit Of You”, “Seventeen Going Under” o “The Borders” no tardaron en sonar. Acomapañados de visuales impactantes y personales, fue un primer acercamiento de Sam Fender al público español para ser su debut en la capital.
–
Levitar es fácil gracias a Florence + The Machine
Una maraña de pelos de color rojo con voz angelical es lo que uno verá desde lejos. Si nos acercamos, vemos que se trata de Florence Welch. La artista no supera los 40 años y el sábado 9 tenía a medio Mad Cool a sus pies. La británica venía para presentar su nuevo disco, «Fever Dream», y recordar el poderoso directo que ella y sus bandas tienen. Lo demostraron en himnos como «Dog Days Are Over», «Rabbit Hole» (con la que cerraron el espectáculo) y la penúltima joya «Shake It Out». El público también tuvo parte de protagonismo, cantando como si de un gospel se tratara otros como «Never Let Me Go». Y es que… ¿Quién querría dejar escapar a Florence después de semejante puesta en escena?

–
Un público empoderado de la mano de Nathy Peluso
“Nuestra mafiosa” era lo que rezaban los stories del Mad Cool en sus pantallas retratando a Nathy Peluso. La argentino-española, devota por y para el público madrileño, podría haberse arrancado a hacer una sesión de crossfit si así lo hubiera querido.
Con unos guantes rojos, pelo corto, pegado hacia atrás y ataviada en unas elegantes mallas negras, Nathy Peluso se personaba en el segundo escenario del festival con una actitud arrolladora, para interpretar temas como “Ateo” (aunque sin El Madrileño), “SANA SANA” y, aunque igualmente sin Bizarrap, su sesión número 36, donde sacó su actitud más psicótica bajo unos visuales verdes con ella en primer plano gesticulando ante la cámara que prendía del micrófono.
