Estamos al principio de la desescalada hacia la esperada «nueva normalidad», y ya eran varios los sectores que esperaban con ansia las respuestas de los políticos a sus preguntas. Entre ellos destacaba el cultural, en el que están presentes el cine y la música, dos industrias que generan mucho dinero en este país y que se habían visto indignadas al ver que en España no se tomaban las mismas medidas que sus países vecinos. Ayer, por fin, compareció el Ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, para anunciar que el Gobierno destinará 75 millones de euros en ayudas al sector cultural. Hasta ahí todo bien, si no tenemos en cuenta que la música en directo (y sobre todo los festivales) ha sido considerablemente ignorada.
Ayer martes se aprobaba este Real Decreto-ley, por el que el cine se llevaba el grueso del pastel. Las artes escénicas y la música se beneficiarán de 38’2 millones de estas ayudas, formando un pack entre ambas. También lo harán los teatros, las librerías y ciertas pymes del sector cultural.
Pero lo que más ha indignado a colectivos como la Asociación de Promotores Musicales (APM) de España es la incertidumbre en cuanto a la situación de los festivales de música de este año, los cuales se sienten desamparados. Según ellos, «denuncian que el Gobierno de España ha abandonado el sector de la música en vivo al no anunciar la aplicación del estado de fuerza mayor como han hecho otros países europeos ante la crisis del coronavirus».
Ante la pregunta sobre qué pasará con estos eventos musicales, el Ministro de Cultura ha respondido lo siguiente ante los medios: «Tendremos que esperar con las posibilidades de su realización. Siempre, desde el minuto uno siguiendo los criterios de sanidad, científicos y el principio de prudencia. Responderemos si se produce esa celebración o no cuando llegue el momento”.
Desde APM también afirman que «los promotores sienten que si el Gobierno no declara urgentemente el estado de fuerza mayor, está empujando a los festivales hacia el abismo«. De la misma forma, critican que las medidas «excluyan al sector de la música en aspectos como el tratamiento del Impuesto de Sociedades, o del IVA, la concesión de subvenciones directas para las salas de conciertos y otras medidas de apoyo específicas en relación a la ampliación de los períodos de las medidas para atender la reducción de ingresos por los derechos de propiedad intelectual de ejercicios venideros». Puedes leer el resto del comunicado de APM y las medidas que proponen, aquí.
Pero no solo han sido los promotores quienes se han quejado de la postura del Gobierno ante la música en directo. También lo han hecho diferentes profesionales como salas de conciertos, recintos, equipos de producción, periodistas, fotógrafos y demás profesiones que se trabajan para la industria musical y que, actualmente, no saben qué va a ocurrir de aquí a tres semanas.
Si bien ciertos festivales están aplazando sus ediciones a otros meses tras el verano, los hay quienes están esperando a que el Gobierno reaccione para tomar las decisiones oportunas, como es el caso de Mad Cool o Bilbao BBK Live. Tendremos que estar muy atentos para ver qué ocurre en el panorama de los festivales de este país. Portugal, por lo pronto, ya ha anunciado la prohibición de todos sus festivales hasta el 30 de septiembre.