Como ya sabe todo el mundo, Taylor Swift se ha embarcado en la complicada misión de re-grabar y re-lanzar sus discos hasta la fecha para poder poseer los derechos de las canciones, cambiando las leyes de la industria musical. Las canciones regrabadas de Taylor Swift están superando a sus homólogas originales en los servicios de streaming, haciéndose virales en TikTok y consiguiendo lucrativos acuerdos de licencia. Todo ello está arrebatando el control y los ingresos a los propietarios de su primer catálogo de música grabada, por lo que misión cumplida. El viernes pasado, Taylor lanzó la última tanda de regrabaciones, una nueva versión de su éxito de 2012 «Red».
La grabación de portadas casi idénticas de sus primeros álbumes es el último paso en la larga lucha legal de Swift por controlar su catálogo y su legado musical. Hace dos años, la artista se frustró tras intentar sin éxito comprar los derechos de autor de los masters, que cambiaron de manos dos veces en contra de su voluntad. Finalmente, el año pasado, la empresa de inversiones Shamrock Capital Advisors, con sede en Los Ángeles, se hizo con ellos. Universal, que distribuye las grabaciones de Swift, nuevas y antiguas, se beneficia de toda su música.
Tanto el ambicioso proyecto de Swift como los cambios en los contratos de Universal Music con sus artistas ilustran la cambiante dinámica de poder en el negocio de la música, que se ha visto alterada por el streaming. Mientras tanto, el valor de los derechos de autor de la música se ha disparado tanto para los artistas como para los inversores.
Mientras que otros artistas han regrabado su música con mayor o menor éxito, la cruzada pública de Taylor Swift para hacerse con la propiedad de la obra de su vida ha obtenido un amplio apoyo de fans y nuevos oyentes, y ha animado a otros artistas a buscar el control de su música.
«Lo que ha hecho Taylor Swift es un cambio en las normas del juego en la industria musical, no sólo para sus fans, sino para otros artistas. Está inspirando a los artistas para que vuelvan a grabar sus canciones y controlen su música», dijo Susan Genco, miembro de la junta directiva del grupo de derechos de los artistas Music Artists Coalition y copresidenta de Azoff Company. Además, de forma muy inteligente, Swift añade nuevas canciones inéditas y más sorpresas en estos nuevos segundos lanzamientos, haciendo de ellos una experiencia con sorpresas para sus fans.