Yotuel Romero volverá en solitario a Sueños de Libertad para presentar su nuevo proyecto. El álbum es especial y no tan solo por ser el primero tras la separación de Orishas, el grupo con el que exportó al mundo una forma muy particular de entender la raíz musical de Cuba sino por la valentía que contiene el trabajo artístico que Yotuel ha realizado en los últimos años para confeccionar unas canciones que no se muerden la lengua, empezando por la que bautiza el disco: una radiografía a las inmensas contradicciones de la Revolución Cubana.
«Será un honor ser el primer escenario en el que Yotuel defienda en directo un trabajo tan personal, potente y comprometido. Que ‘Patria y Vida’ haya alcanzado los cuatro millones de reproducciones pese a todas las dificultades que ha puesto el Gobierno cubano para que las canciones hayan podido distribuirse por la isla explica la fuerza que tiene el mensaje que vamos a escuchar y disfrutar en Sueños de Libertad. Porque estamos convencidos, además, que este concierto será una fiesta, como la actuación de Orishas en 2018. Además, también colaborará Beatriz Luengo, la mujer de Yotuel y volverán a sonar los clásicos de Orishas», explica Adrián Rodríguez, director de Sueños de Libertad. Ya solo queda esperar hasta el 23 de julio para gozar el son.
Las conjunciones son poderosas: les basta una letra para voltear el significado de una frase entera. Las disyuntivas enfrentan mientras las copulativas reúnen. Son conceptos enfrentados el «patria o muerte» que gritaban los revolucionarios barbudos que entraron en La Habana en la Navidad de 1959 para derribar la dictadura de Batista y establecer el comunismo en Cuba que el «patria y vida» que aparece escrito con letras blancas en el torso mulato de Yotuel en el vídeoclip de su carta de amor (y desamor) hacia la tierra donce nació en 1976 y que abandonó poco después de cumplir veinte.
Y, sin embargo, como si ideas siamesas, surgidas del mismo tronco, el título de uno de los discos más anticastristas que se han publicado en las últimas décadas no se entendería sin el lema que encumbró a la familia Castro y su corte al poder: hasta el pasado abril (cuando ya habían empezado a publicarse los singles de ‘Patria y Vida’), Raúl Castro, el hermano de Fidel, seguía siendo el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba. El único que posee el derecho de gobernar la isla, según dicta la Constitución cubana.
Pero el arte -y Cuba podría ser el lugar del mundo con más artistas, anónimos o célebres, por metro cuadrado- agrieta los muros de cualquier prisión. Incluidos los de las más seguras. «¿Qué celebramos si la gente anda deprisa / cambiando al Che Guevara y Martí por la divisa?», se pregunta la letra de ‘Patria y Vida’, donde Yotuel junta las voces -también exiliadas- de Gente de Zona con las de Maikel Osorbo o El Funky, que cantan y rapean desde Cuba, como si fueran extranjeros en un país que quiso ser y ya fue, donde la utopía la disfrutan unos pocos desde sus mansiones en Varadero mientras en los fogones más humildes «falta jama en las cazuelas». El resto de sencillos que ha presentado el antiguo integrante de Orishas mantienen el rollo ecléctico que caracterizó a la banda cubana y, como en la canción que da título al álbum, son un carrusel de colaboraciones (‘Rebelde’, ‘Rakata’, ‘Juntos somos más’) donde lo político se mezcla con la sensualidad, la rabia con la alegría, el compromiso con el placer.

Las entradas individuales y el abono de dos días para el nuevo capítulo del festival ya se pueden comprar a través de Wegow.