La falta de presencia y visibilidad de las mujeres en la industria de la música es un hecho. Pero cuando se trata de los carteles de los festivales, la cosa se pone aún peor. Es tan fácil como analizar de arriba a abajo los nombres de los grupos y artistas que participan en un macrofesti, para darse cuenta de que el desequilibrio entre hombres y mujeres es abismal.
Estamos en la época del año en la que los carteles de los festivales más importantes del mundo se van desvelando en su totalidad poco a poco. Y la verdad es que, a pesar de estar en 2020, parece que la situación no mejora. Por poner solo un ejemplo de muchos, Reading Leeds Festival 2020 anunciaba su line-up el pasado 11 de febrero. Tras quitar del cartel a los artistas masculinos y a los grupos integrados por hombres, la cosa se quedaba así de triste:
En contraposición, nos hace mucha ilusión encontrar a un festival español que precisamente lucha por poner en práctica la paridad de género en su cartel. Y, además, con mucha proyección internacional, lo que le convierte en referente absoluto. Hablamos, por supuesto, del Primavera Sound. Ya van dos ediciones en las que su cartel es, al menos, 50/50 mujeres y hombres, y no solo en su letra pequeña sino también en sus cabezas de cartel. Así lo premia esta periodista musical de The Guardian:
Estos dos casos son solo dos ejemplos contrapuestos de una realidad que se viene repitiendo año tras año, sobre todo en los festivales multitudinarios. No obstante, es importante destacar que también existen en nuestro país otros festivales más de nicho o menos multitudinarios que, cada vez más, apuestan por el talento femenino y lo ponen sobre el escenario.
Es el caso, por ejemplo, del Big Sound Festival 2020, en Valencia, en el que hay un equilibrio entre hombres y mujeres en el cartel urbano de su (ojo!) primera edición; o el emac., que este pasado febrero subía a sus escenarios a gran cantidad de mujeres artistas en Burriana (Castellón).
También es el caso del Universal Music Festival 2020, que si bien no se trata de un festival con un formato al que estamos acostumbrados, este año ha decidido apostar por la paridad en su programación.
Estos últimos casos no hacen más que aportar luz a un problema oscuro que, poco a poco, parece ir desapareciendo. Desde Wegow no podemos hacer otra cosa que aplaudirles y ponerles como ejemplo a seguir para todos los festivales del planeta. ¡Bravo!